Un día una niña llamada Caperucita, tenía una capa verde.
Por la tarde Caperucita estaba jugando a la mancha y la mamá le dijo que fuera a la casa de la abuela a llevarle pastelitos de manzana.
— Sí mamá. Dijo Caperucita.
— No te distraigas, dijo la mamá.
En el camino se encontró con el lobo y le dijo:
— ¡Hola, Caperucita!, ¿A dónde vas?
Caperucita le contestó:
— Voy a la casa de mi abuela ¿Me acompañás?
— Sí. — dijo el lobo.
Juntos llegaron a la casa de la abuelita y tomaron la merienda.
Autora: Constanza - 3°A - 2009
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