Caperucita Verde y el lobo
Era una chica muy obediente. Un día asumió su responsabilidad cuando la madre la mandó a que llevara unos ricos pasteles a su abuelita.
Se fue Caperucita. Iba cantando y juntando flores cuando se encontró con el lobo.
— ¿Niña que llevas ahí?- le dijo el lobo bueno.
— Pasteles para mi abuelita.
— ¡Qué rico!
— Toma esta empanada, te la regalo... — dijo Caperucita.
— ¡Gracias!
— ¿Me acompañás?
— Me encantaría.
— Pues ven. — dijo Caperucita.
— ¿Ves?, ahí está la casa de mi abuelita.
— ¡Qué linda es!
Toc, toc. Golpeó Caperucita.
— ¿Quién es?-
— Yo, Caperucita.
— Pasa.
— ¡Aayyy!
— No te asustes abuela, es un lobo bueno, no te hará daño.
La abuelita escuchó los ruidos de la panza del lobo y lo invitó a comer.
Después sacó una torta que le había sobrado y se la regaló.
El lobo se fue feliz y Caperucita se quedó a cuidar a su abuelita.
Autora: Oriana 3° A 2009
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